El
Milan consiguió pasar la fase de grupo, utilizando la especulación, aunque le
pudo costar una salida prematura de la Champions League.
Al Ajax no le alcanzo con el buen juego y un Milan tacaño paso a octavos de final de la Champions
El objetivo fue
conseguido por el Rossoneros, empatando contra el Ajax en cero. Lo cual lo
coloca en los octavos de final de la Champions League. La especulación fue la herramienta
de conjunto italiano y los de Ámsterdam dominaron las acciones del encuentro.
Las primeras acciones
fueron del Ajax, que a tan solo a 19 minutos de juego pudo haber conseguido la ruptura
del marcador en cero. Pero el remate de Klaasen fue desviado gracias a la intervención del arquero rossonero.
Así fue que el Milan, especulando y regalando el balón le dio
el papel de protagonista al Ajax. Fue tanto el protagonismo del visitante que a
los 22 minutos, Montolivo tras una dura entrada frente Poulsen vio la tarjeta roja. Dicho evento
suscito en que el técnico Allegri colocara a Poli por El Shaarawy. Acción que retrajo aún más la búsqueda del gol por parte del
milan.
No hubo muchas acciones en el primer tiempo, pero lo que
predomino fue la dominación del bolón del Ajax. Mientras el Milan solo buscaba
las alternativas en la contra con su baluarte delantero Mario Balotelli.
En el segundo tiempo la clasificación estaba en juego y los
dos equipos querían seguir en la Champions. Al Ajax solo le alcanzaba una
victoria y fue así que su técnico Frank de Boer fue en busca
de dicho objetivo. Puso a Hoessen
en lugar de Christian Poulsen, un cambio netamente
ofensivo.
El milan siguió esperando, solo necesitaba un empate para conseguir
pasar la ronda de grupos. Pero este juego, solo hacía peligrar su valla. Un
ejemplo claro fue el remate cruzado de Klaasen que exigió a Abbiati a
sacar con los pies al córner.
A los 74 minutos parecía que el corazón de los italianos se
paralizaba, ya que Viktor Fischer tuvo el gol en sus pies pero su remate se fue rozando el
poste. Viendo la potencia ofensiva del Ajax, Allegri prefirió dar descanso a
Káka y puso a Mexès para aguantar
el resultado en cero.
Así fue
hasta que el pitazo final decreto que el encuentro terminaría sin ningún grito
de gol. La euforia era para los Italianos que coparon el San Siro, pese a que
su equipo demostró una cuestionable actuación ante un Ajax que se meriecia
seguir con vida en la Champions League.
Por: Cristian Ferreyra
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